Fue en abril de 1954 cuando el maestro bombonero Francesc Agrás emprendió un largo viaje por las mejores pastelerías y bombonerías de Europa.
Su pasión por la excelencia en la confitería artesanal fue la semilla que llevó a fundar una de las fábricas artesanas de bombones y chocolates de mayor renombre: Bombons Blanxart.
Todo empezó en un modesto taller del barrio de Les Corts (Barcelona) y compartiendo una ilusión: llevar los mejores granos de cacao procedentes de Ghana, Congo y Guayaquil al chocolate.
La calidad de Blanxart se debe, entre otros motivos, a la utilización de cacao proveniente de recónditas plantaciones de las zonas geográficamente más favorecidas y de la mano de pequeños productores y cooperativas con los emblemas ecológicos reconocidos internacionalmente. Nuestros procesos de fabricación parten de la confianza en este cacao ecológico de calidad sin igual.